Sobre nosotros
La historia de Chacrys
En la primavera de 2013 mi vida llegó a un punto de inflexión. Me había quemado por completo; mi vida no tenía sentido. Mi vitalidad había desaparecido y apenas encontraba alegría de vivir. Tuve la sensación de que debía abandonar mi país durante un tiempo y reunir fuerzas en otro lugar para poder contemplar mi vida desde una perspectiva diferente.
Encontré un trabajo voluntario en un castillo de un pueblo remoto del norte de Alemania, que albergaba un centro de curación espiritual. Trabajé como personal de mantenimiento en el castillo durante dos meses. Meditaba todos los días por la mañana temprano, hacía yoga por las tardes y pasaba mucho tiempo en la naturaleza.
Había una cama de cristal casera en el castillo y, puedo decirte, que fue amor a primera vista. Experimenté personalmente el poder de los cristales y empecé a aprender sobre ellos.
Cuando terminó mi contrato de dos meses, tenía la sensación en el corazón de que mi misión era hacer llegar el concepto de la cama de cristal al mayor número posible de personas en el mundo para ayudar a los demás.
En aquel momento aún no sabía cómo iba a hacerlo. No tenía ninguna cualificación ni conocimientos técnicos, pero mi ímpetu interior por seguir mi misión era mucho más fuerte que las barreras a las que tenía que enfrentarme. Así, tras dedicar mucho trabajo y esfuerzo al proyecto y con la ayuda de otras personas, a las que estoy muy agradecida, se fabricó la primera cama de cristal Chacrys.
Poco después se diseñó la lámpara de cristal Chacrys Mini. Desde entonces, mucha gente utiliza nuestros productos en todo el mundo. En Chacrys ponemos mucho corazón y alma en la fabricación de cada uno de nuestros dispositivos, sabiendo que se utilizarán en beneficio de sus usuarios.