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El poder curativo de los cristales [Guía completa]

La belleza pura de los cristales y su poder curativo, la curación con cristales asombraba a la gente incluso antes de que pudieran explicar la naturaleza específica de estas formaciones naturales. La gente creía en el poder curativo de los bellos cristales. Los tocaban con alegría y los llevaban con orgullo.
Los cristales se representan en la mente de la mayoría de la gente como piedras bonitas. Hasta cierto punto tienen razón, ya que muchas de las piedras preciosas y semipreciosas más conocidas son cristales. En lenguaje científico y seco, los cristales pueden definirse como materiales sólidos de la Tierra. En mineralogía, los cristales se definen como sólidos en los que los átomos, moléculas o iones están dispuestos en una estructura ordenada. Sin embargo, si los miramos desde una perspectiva distinta a la del mundo material, los cristales no sólo son sólidos y bellos. Gracias a su estructura perfecta, los cristales resuenan en una frecuencia estable. La curación con cristales se ha basado en este efecto beneficioso desde la antigüedad.
Lo que utilizamos en la sanación con Chacrys y Cristales

La disposición de los átomos en los cristales, su vibración, es idéntica al símbolo de la geometría sagrada, la flor de la vida, que muestra la perfección de la creación en una estructura geométrica. En nuestros aparatos, los haces de luz atraviesan estos cristales y captan las vibraciones de esta estructura perfecta.

La ilustración muestra la increíble similitud entre la estructura de la flor de la vida y la división de las células sanas.
Amuletos, talismanes, cristales en polvo
Sanación con cristales es tan antigua como la humanidad. En Egipto ya se utilizaban y llevaban varios cristales para curar y proteger la salud. Los antiguos griegos eran los maestros de la curación con cristales. El hecho de que el nombre de la mayoría de los cristales sea de origen griego también lo demuestra. La palabra cristal también deriva de una palabra del griego antiguo. Los griegos pensaban que los cristales bellamente transparentes eran hielo petrificado (crystallos) y daban a las formaciones el nombre correspondiente. Este tipo de ideas y placeres terrenales eran igualmente aceptables y populares en la antigua Grecia, donde, por ejemplo, la palabra amatista significaba no borracho, ya que se recomendaba a la gente que llevara un amuleto (colgante) de amatista para evitar la resaca. Los cristales eran igualmente importantes en la antigua China, donde el jade esmeralda era el más popular y el más precioso. También se utilizaban en las joyas imperiales. Los chinos también conocían el efecto beneficioso de los cristales de jade sobre los riñones y la vejiga. Losefectos curativos de la mayoría de los cristales ya eran conocidos en estas antiguas culturas. La malaquita, el jade, la lazulita, la cornalina, el rubí, el cuarzo ahumado, el ámbar y el esquisto son cristales que ya se conocían en la antigüedad. Todos ellos vibran a una frecuencia especial y, por tanto, tienen un efecto terapéutico. Puede parecernos gracioso hoy en día, pero además de tocar y llevar cristales, su consumo en polvo también formaba parte de la antigua cristaloterapia (curación con cristales).
Cristales, chakras, reyes
Nuestro cuerpo y nuestra alma son igualmente capaces de absorber la vibración fuerte y única de los cristales. Ésta es la idea fundamental de la la cristaloterapia. Los cristales tienen un efecto beneficioso sobre nuestro estado mental y pueden aliviar y curar distintos síntomas y enfermedades. También se sabe tradicionalmente que los cristales pueden restablecer el flujo de energía en los chakras, que son el vínculo entre el mundo material y el espiritual. Los distintos cristales también corresponden a distintos signos astrológicos. El uso de amuletos, talismanes y otras piezas de joyería con cristales también puede considerarse cristaloterapia. Los cristales y piedras preciosas de las coronas y joyas de los monarcas también tenían un poder especial. Otorgaban poder y sabiduría a la persona que las llevaba y también la protegían. Por ejemplo, el cetro real húngaro también es una obra maestra: contiene una bola de cristal de roca maciza decorada con leones grabados. Y esto nos lleva a los cristales de roca con todas sus características únicas. El cristal de roca también podría llamarse el cristal de los reyes, o más bien al revés...
Cristal de roca - el rey de los cristales
El cristal de roca es la versión pura y transparente del cuarzo utilizado como piedra preciosa. Está formado por ácido silícico puro, pero no se da naturalmente sólo en forma pura. Existen cristales de roca semitransparentes, no totalmente cristalizados, llamados cuarzo lechoso. El cuarzo rutilado es un cuarzo con fibras similares a pelos o paja de color amarillo dorado. El cuarzo iris o arco iris tiene un característico color arco iris debido a las finas capas de aire que hay en sus grietas. Los cristales de roca más bellos se encuentran en los Alpes o en Brasil. Los cristales de roca incoloros más puros y preciosos, sin grietas ni inclusiones, proceden del estado brasileño de Goiás.
Cómo elegir el cristal adecuado a tus necesidades
Seleccionar el cristal adecuado para tu viaje de sanación es una experiencia profundamente personal. Mientras que algunas personas se sienten atraídas de forma natural por determinadas piedras, otras pueden necesitar un poco de orientación para encontrar el cristal que resuene con su energía individual. Los cristales funcionan amplificando y canalizando la energía, y el mejor cristal para ti se alineará con tus intenciones, estado emocional o necesidades físicas. He aquí una guía sencilla para ayudarte a elegir el cristal adecuado a tus necesidades:
1. Confía en tu intuición
Una de las formas más fáciles y eficaces de elegir un cristal es simplemente confiar en tu intuición. Cuando sostengas un cristal, presta atención a cómo te hace sentir. ¿Sientes calma, excitación o incluso una ligera vibración o calor? La respuesta de tu cuerpo puede ser una señal de que el cristal está alineado con tu energía. No lo pienses demasiado: a veces, el mejor cristal para ti es aquel que te atrae de forma natural.
2. Identifica el propósito de tu curación
A menudo, los cristales se eligen en función de la necesidad de sanación específica que se esté tratando. Ya se trate de curación emocional, bienestar físico o crecimiento espiritual, cada cristal tiene una vibración única que favorece distintos aspectos de nuestro bienestar. He aquí una guía rápida de algunos cristales comunes y sus usos:
Cuarzo rosa: Conocida como la piedra del amor, el cuarzo rosa es perfecto para quienes buscan la curación emocional, fomentar el amor propio y promover la compasión en las relaciones.
Amatista: Utilizada a menudo por sus propiedades calmantes y equilibrantes, la amatista es ideal para quienes sufren estrés, ansiedad o insomnio. También es estupenda para el crecimiento espiritual y para potenciar la intuición.
Cuarzo Claro: Conocido como el "maestro sanador", el cuarzo claro amplifica la energía y ayuda a eliminar bloqueos en todos los aspectos de la vida. Es versátil y puede utilizarse para casi cualquier propósito.
Turmalina negra: Potente piedra de conexión a tierra, la turmalina negra es perfecta para la protección contra la energía negativa, la radiación EMF y ayuda a mantener la sensación de estabilidad.
Citrino: La piedra de la abundancia, el citrino es ideal para aumentar la confianza, fomentar la creatividad y atraer la prosperidad.
3. Considera tus centros energéticos (chakras)
Cada chakra de tu cuerpo está asociado a un color diferente, y los cristales suelen estar relacionados con estos colores. Al comprender qué chakra necesita equilibrio, puedes elegir un cristal que corresponda a ese centro energético. He aquí un breve resumen:
Chakra Raíz (Rojo): Para el enraizamiento y la estabilidad, prueba a utilizar cristales como el granate, el jaspe rojo o la hematites.
Chakra Sacro (Naranja): Los cristales como la cornalina y la calcita naranja pueden ayudar con el equilibrio emocional, la creatividad y la sexualidad.
Chakra del Plexo Solar (Amarillo): El citrino y el ojo de tigre son ideales para aumentar la confianza, el poder personal y la claridad mental.
Chakra del Corazón (Verde): El cuarzo rosa y la aventurina verde apoyan el amor, la compasión y la curación emocional.
Chakra de la garganta (Azul): El ágata de encaje azul y el lapislázuli pueden ayudar en la comunicación y la expresión.
Chakra del Tercer Ojo (Índigo): La amatista y la sodalita son excelentes para potenciar la intuición y las capacidades psíquicas.
Chakra Coronario (Violeta o Blanco): El cuarzo transparente y la amatista pueden ayudarte a conectar con la consciencia superior y la conciencia espiritual.
4. Considera tu estado emocional y mental
Si te sientes ansioso, estresado o atascado en un área concreta de tu vida, es importante que elijas un cristal que te ayude a despejar esos bloqueos emocionales. Por ejemplo
Para la Ansiedad: Los cristales como la amatista, la aguamarina o la lepidolita pueden ayudar a calmar la energía nerviosa y aportar calma emocional.
Para la Confianza: El citrino, la piedra solar y el ojo de tigre son conocidos por aumentar la autoestima y el poder personal.
Para la concentración y la claridad: El cuarzo claro, la fluorita y la pirita son excelentes opciones cuando necesitas claridad mental y concentración.
5. Investiga las propiedades del cristal
Cada cristal tiene sus propiedades únicas, y comprender lo que puede hacer cada piedra te ayudará a orientar tu decisión. Puedes investigar las propiedades físicas y metafísicas de los distintos cristales a través de libros, recursos en línea o tiendas de cristales que ofrezcan descripciones de sus piedras. Ten en cuenta que algunos cristales pueden tener beneficios superpuestos, y tu experiencia personal con ellos guiará en última instancia la mejor elección para tu curación.
6. Inicio Simple
Si eres nuevo en esto de los cristales, no te abrumes intentando elegir entre docenas de opciones. Empieza con unos cuantos cristales básicos, como el cuarzo transparente, el cuarzo rosa o la amatista, y trabaja a partir de ahí. Estas piedras son versátiles y eficaces para la mayoría de las necesidades curativas. Con el tiempo, a medida que profundices en tu conexión con los cristales, podrás ampliar tu colección en función de necesidades más específicas o de tu intuición.
7. Busca la orientación de un cristalero o sanador
Si no estás seguro de por dónde empezar, consultar a un sanador o practicante de cristales profesional puede ser una forma estupenda de obtener orientación personalizada. Pueden ayudarte a seleccionar los cristales que mejor se adapten a tus necesidades específicas e incluso enseñarte a trabajar con ellos de forma más eficaz.
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